Ángel Oscuro
Triste poema de un
alma abatida,
Corre con pena, corre
perdida.
La ironía carga sobre
mis hombros
Como el peso de las
lágrimas que no consigo derramar.
Tantos pesares,
tantas angustias, no han hecho sino endureces la coraza con la que brillo en el
mundo. Tan marmórea ha quedado, tan dura, tan fría, que las lágrimas que debía
haber llorado al final se han congelado.
¿Es justo poder
pretender ser su perfecta alma, y sin embargo, cual erizo, cuanto mas me acerca
mas me hiero y cuanto mas me alejo mas me hiero?¿Cuál sino otra solución me
queda que vagar entre los dos mundos?
Entre el dolor y la
esperanza la línea se difumina, cual Ícaro forcé tanto mis deseos que acabé
cayendo al yermo infierno terrenal.
Los minutos se hacen
años, el dolor no pasa en vano, quizá no es pena, quizá es simplemente una
sombra que siempre me ha perseguido, una maldición por las espinas que me
rodean.
Pero,¿Quién soy
yo?¿La presa o el rosal, el oso o el panal? Lágrimas heladas que en los ojos se
han quedado, difuminan mi visión, me atormentan, hacen que me estremezca, que
en esta fría cueva que poco a poco se cierra, vaya notando como los pasos de un
niño siempre optimista,, siempre alegre, se vayan alejando como viento de
poniente.
¿A eso quedan
reducidas mis esperanzas?, siempre pensamos que somos los únicos, pero a la
espalda de esta pétrea coraza sigue
habiendo carne expuesta. Me dirijo a rastras, hacia un camino espinoso, no
puedo, no debo, no quiero elegir otro. Si confié mi alma, mi destino y mis
sensaciones, y ese guardián ha decidido mas sino aplastarlo como cucaracha que
trepa por su brazo. ¿Que opción tengo sino que sufrir y vagar solo por este
eterno espino de lágrimas.
Los vientos susurran,
a mis ojos, tan dura y poderosa, independiente y rencorosa, le han doblado cual
brizna de hierba, como pez arrastrado por la corriente, pero aún así, ¿No es
sino la decisión del topo excavar o salir?
¿Cómo saber yo si lo
que quieres es mi sufrir? ¿Tan insensible es la dueña de mi corazón, que juega
con sus dedos como dios griego desde lo lejos?
No os voy sino a
mostrar la verdad, una vez sabida camino compartiréis de entre las bestias y las sombras, sus
palabras quemarán.
No solo mi Átropos,
querida y temida es la única con
semejante poder destructora, cualquiera que se desprenda de su corazón se
aventura a vagar en los desiertos del sufrimiento, hasta que se presente ha ofreceros
un regalo; si habéis obrado tal y como vuestra ama ha dictado recibiréis un
grato trago de vino, dulce y amargo, pero ciega tu mente y no te deja ver las
maldades de la vida, pierdes el sentido, no notas como te desangras en este
espinar que es el caminar. Pero por el contrario, si habéis osado desafiar el
sino, intentar volar a su trono, ser su igual, en un acto de insensatez,
¡Temedlo! Pues vuestro presente simplemente será un jarro de agua salada, de
las lágrimas nunca derramadas.
Pero no sufráis por
este gazapo herido, estaba escrito que su vía era oscura, sus tormentos su
aliento, de esperanzas sus ropas pero de realidad sus desgarros. No hay piedras
en el camino, el camino es fácil si sabes volar, pero al arrancarte las alas,
no queda sino andar por este bosque de lágrimas, terreno de bestias, presa de
miedos.
Y así cumpliendo mi
destino, me sumo entre las sombras, esperando el hachazo final.
Postrado estoy sobre
el yugo, esperando a que suenen los pasos de mi verdugo acercándose; de momento
solo silencio, un sordo ruido, soy yo. El sonido de mi alma vacía, esperando
que se digne a venir a darme el estoque final para que me termine de sumir en los
sombras.
En este valle de
lágrimas, terreno de bestias, presa de miedos, oigo como el hacha rechina desde
las sombras.
Tiemblo
Lloro
Desaparezco.